martes, 26 de octubre de 2010

Dicen que soy raro

Todos saben que mi profesión es necesaria, pero muchos de ellos jamás se dedicarían a lo que yo me dedico, porque sé que no les gusta, les resulta incómodo, les da miedo, les parece repugnante o simplemente, no les interesa.

Mi profesión va bastante en consonancia a como yo soy;
 De pequeño me gustaban las cosas que al resto de los niños de mi edad les daba miedo o asco, como las arañas, la oscuridad o la soledad absoluta.
Sin duda, mi juego favorito siempre ha sido jugar a que me moría de forma agónica y dolorosa. Lo más divertido era pensar  de qué manera podía morir cada vez que jugaba. A veces incluso tardaba semanas en morirme de una enfermedad horrible que tenía síntomas de lo más extraño.

Sé que para mucho yo no soy una persona “normal”, mi madre siempre me lo decía, pero nunca le he dado demasiada importancia.

Una de las cosas que más llama la atención a la gente cuando me conoce es saber que mi animal favorito es el ornitorrinco. Me gusta este animal porque es grotesco y extraño; tiene pico de pato, cola de castor, pastas de nutria y, lo más interesante, los machos son venenosos (son los únicos mamíferos venenosos). Tienen un espolón en una de las patas traseras que produce un veneno que causa gran dolor, aunque por desgracia no la muerte. No obstante, de pequeño realmente me gustaba pensar que me picaba un ornitorrinco y moría por complicaciones, siempre de la manera más horrible posible.

Por otro lado, tengo una afición peculiar que pocos conocen; hago muñecos de papel con hojas de marihuana. Realmente quedan muy bien. Es un material increíble para trabajar con él. Ya llevo hechos 23 y, además, tengo la suerte de que voy a poder exponerlos próximamente en Córdoba, en la exposición “Dementes Artísticos”.

Creo que no queda mucho más que decir de mí mismo.
Bueno si, sólo una cosa más…

¿Mi profesión? Enterrador.

2 comentarios: