viernes, 24 de diciembre de 2010

Capitulo V: La vuelta a casa de Golgo. (Bea Hernández)

Después de correr y correr detrás de Canijo no pudieron alcanzar a Golgo y lo dejaron por imposible. Se quedaron muy tristes porque sabían que Canijo no lo iba a cuidar bien y seguro que podría estar en peligro.

Canijo cuando llegó a su casa, se acordó de que tenía una jaula de su canario que se murió hace tiempo.

Canijo pensó: ¡Pobrecito mi canario Pepito!, Me acuerdo del día que se murió que le di de comer salchichón y se murió de sopetón.

Lucas llegó a su casa muy apenado pensando en lo mal que iba a cuidar Canijo a Golgo porque se acordó del pobre Pepito que le dieron de comer salchichón y se murió de sopetón.

Al día siguiente, Canijo antes de irse al colegio le dijo a Golgo:

- No te preocupes, voy un ratito a colegio pero no tardo, en seguida estaré de vuelta.

Canijo lo metió en el la jaula y al esconderla se dejó el cerrojo abierto.

La madre de Canijo estaba en la cocina tan tranquila y de repente vio una especie de hámster, musaraña y conejo de indias y del grito que pegó Golgo salió disparado hacia el baño. Su madre cerró la puerta del baño muy enfadada pensando: ¡este bicho tan feo y peludo debe ser de mi hijo! ¡Ya verás cuando vuelva a casa!

Canijo al volver del colegio, se encontró a su madre muy enojada y le dijo:

¡Hijo mío, estoy harta de que te traigas todo lo que encuentres en la calle! Llévate este bicho tan feo y déjalo donde lo encontraste.

Canijo le contestó:

Si mamá, solo era para cuidarlo unos días porque estaba enfermo pero no te preocupes que hoy mismo lo devuelvo donde lo encontré.

Por la tarde Canijo cogió a Golgo y se fue hacia el monte dando un paseo. Canijo estando en el monte pensó en ir a casa de Lucas y dejárselo a él para que lo termine de cuidar.

Lucas se puso muy contento al ver a Golgo ya que el sí que iba a cuidarlo bien, no como su amigo Canijo.

Lucas pensó que no quería tener a Golgo más en secreto y se lo contó a su madre. Él le dijo que iba a ser responsable y lo iba a cuidar muy bien y por fin su madre aceptó pero le dijo que tenía que comprar una jaula para Golgo.

Esa misma tarde fueron a comprar la jaula para Golgo y cuando volvieron a casa lo metieron en la jaula y Lucas pensó: Creo que esta nueva casa va ser un buen hogar para Golgo.

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